La entrada a ARCO 2008 vale 32 euros

¿Cúanto dices que vale la entrada a ARCO 2008? ¿32 euros? Jajajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajaja.

No tiene ni puta gracia.

Ron Dennis y Fernando Alonso se van de putas

A Ron Dennis se le ha cruzado un cable: dice que esta noche se va de putas con Alonso, pero dice que si alguien le puede prestar 16.638.600.000 pesetas, que tiene una deuda pendiente con el chulo del puticlub de la vez que fue con Hamilton...

Dos preguntas a raíz de la muerte de Puerta

La fatalidad de la muerte de Antonio Puerta no tiene igual. Ahora queda seguir viviendo, qué remedio. Pero yo me hago dos preguntas:

1. ¿Cuánto tiempo tardarán las sanguijuelas "Dónde estás corazón", "Corazón cachondo", "Tengo un yunque en el corazón" y demás programas cutres en picar a la pobre viuda para que cuente su dolor?
2. Ahora hay muertes súbitas a gogo: antes de ayer un jugador de fútbol israelí, ayer un jugador de voleibol. Recuerdo que cuando empezó la psicosis del ataque de perros a personas había todos los días una noticia del estilo. Ahora, de repente, todo el mundo muere súbitamente. ¿Por qué este triste oportunismo informativo?
   

Ya no soy poderoso caballero

Si hace un post era poderoso caballero ahora soy pordiosero hidalgo. Kriptópolis ha quitado el post del que me congratulaba hace pocos minutos (lástima que no hubiera cogido un pantallazo). Supongo que no será por temas de corrección política (tampoco he dicho nada grave y/o/u nuevo y no creo que mi opinión sea fuente de titulares en periódicos y noticieros), tal vez se hayan quedado sin espacio en el disco duro. O les ha entrado un virus. O les han hackeado. No sé.

Lo bueno de tener un blog es que tu parcela de opinión no te la quita nadie. Y mi opinión al respecto sigue en su sitio. Yo, pobre hidalgo. Microsoft, poderoso caballero.

Ningún joven debería morir

El ángel de la guardia de Antonio Puerta

El sábado por la noche Antonio Puerta (el jugador del Sevilla que se desmayó en el Sevilla-Getafe) casi se queda en el sitio. Varias paradas cardiacas acecharon su vida y aún hoy se debate entre la vida y la muerte.

Un desfribilador y los médicos le salvaron la vida. De haber faltado alguno de estos elementos los carroñeros informativos habrían tenido donde picar, hubieran tenido aseguaradas cientos de horas de tertulia estúpida buscando culpables y de repetición contínua de imágenes escabrosas y de mal gusto.

Esta vez todo estaba preparado: los médicos en su sitio, el material en su sitio, la ambulancia en su sitio, todo impecable. ¿Dónde está el aplauso general? ¿Por qué nadie se hace eco de este éxito? Antonio Puerta vive gracias a la excelente preparación de mucha gente, a que los sistemas funcionaron y a que había alguien que se propuso, con tiempo y dedicación, ser ángel de la guardia en la Tierra. No nos confundamos, los del cielo no existen.

Ojalá todo funcionara así de bien y todos nos congratulásemos en voz alta.

Se nos ha ido uno

Hoy se nos ha ido un compañero. Yo estuve con el de viaje en Málaga, un chaval genial, joven y trabajador, sabedor de que la vida hay que aprovecharla. La leucemia le puso la zancadilla una vez, y la saltó. Otra vez se la puso y otra vez triunfó. No ha podido superar la tercera.

Cada vez estoy más convencido de una cosa: hay que aprovechar cada segundo como si fuera el último. Porque puede pasar.

No nos merecemos nada

Hoy he dado formación a la cadena de montaje de mi empresa. Hay muchas cosas que pulir y que mejorar, y para eso estamos. Mi empresa es un centro especial de empleo y muchos de los que allí trabajan tienen alguna minusvalía.

Al finalizar la charla he pasado por todos los puestos para que me firmaran el parte de asistencia.

- "Ponme tu nombre, apellidos y firma", le pido.
- "Pon tú mi nombre y apellidos", me dice.

Apenas se le nota, la minusvalía está tan escondida que nunca había reparado en ella. No sé que es, pero le cuesta escribir. Escrito el nombre le pregunto si podrá firmar. Me dice que sí. Tuerce el papel, Pone la mano en posición inverosímil y firma. Mientras firma dice:

- "Valora lo que has hecho con tanta facilidad por que cuando lo pierdes estás jodido".

Los sanos somos unos desgraciados. No se lo he dicho, pero lo pienso. Aunque hagamos un esfuerzo no sabemos lo que tenemos. Repito, desgraciados.

Las operadoras de teléfono se rien en nuestra cara

Este es un libre mercado de pacotilla. Después de mucho luchar y denunciar se consigue que tarifiquen las llamadas por el tiempo real de conversación y no por minutos o medios minutos. Parecía que íbamos a tener unas tarifas justas y a precios razonables.

Pero no. Hay que reventar al ciudadano de a pie, hay que exprimirlo hasta descuajaringarlo. Por eso, las principales operadoras de telefonía (Yoigo se desmarca por ahora) suben las tarifas para compensar la tarficación por segundos y seguir así llenando sus bolsillos. Qué casualidad, un día lo anuncia Telefónica, otro día Orange y al otro Vodafone. Qué puta casualidad. Mientras ellos se rien de nosotros en nuestra puta cara nosotros nos quedamos con cara de gilipollas. Supongo que los órganos del Gobierno intervendrán ante tal sinvergonzonería.

No sirve de nada, pero aquí tienen mi regalo estos cabrones.

Estufecto me hallo: cierran mi pub favorito

Maldita sea. Me he enterado de que mi pub favorito, el Chubby Check (supongo que debe su nombre a Chubby Checker) cierra sus puertas. Era un pub con ambiente de jazz, aunque ultimamente ponían cualquier tipo de música (buena música, nada de Bisbal ni mierdas de esas) No me importaba ir una y mil veces a tomar una copa o a hablar, con los amigos o contigo. Y digo yo: ¿y ahora dónde vamos?