Ya hace unos días de la polémica de El Jueves con la famosa caricatura, pero nunca es tarde para gritar por la libertad, esa que tanto le costó a este país conseguir y de la que es buen hacedor el mismísimo Rey, por lo que es al único que defiendo dentro de esa familia de cartón-piedra. Él también lo es, pero al igual que al toro que indultan y sirve de semental para toda su vida, vamos a darle el beneficio del pasado y dejémosle en paz, que mucho se ha jugado por España. El resto son un conjunto de parásitos que, por vergüenza torera, deberían renegar de todas las prevendas de las que disfrutan, ponerse el mono de trabajo y dejar de hacer el gilipollas (unos mas que otros, eso sí)
¡Viva la libertad!
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