Cosas de la vida
Según una encuesta publicada estos días (no pongo la uerreele porque escuché la noticia en los medios hablados) el 69% de los jovenes españoles aspiran a cogerle las tetas a mamá Estado y a chupárselas de por vida. Interesante. Para que luego alguién se pregunte por la productividad de las empresas españolas o porqué las marca España no vende en el extranjero, amén de la pujanza del turismo. El pueblo no entiende que un hijo se quede toda su vida bajo las faldas de su madre y sin embargo ven como un éxito la vida laboral chupoptera y contemplativa. ¡Oye, que no soy funcionaro pero no digo que no lo vaya a ser nunca!
La vida del currela-currante que no puede coger la teta, con suerte, puede ser muy interesante. Si no te explotan, si tienes estabilidad laboral, si tienes buen sueldo y buenos horarios, si puedes tener hijos sin miedo a que te pongan de patitas, si puedes compatibilizar trabajo con tus aficiones, si tu tarea no es monótona ni repetitiva, si tu trabajo te ayuda a crecer y aprendes cada día y si tus jefes y compañeros te hacen la vida agradable el trabajo en las empresas privadas es chachi piruli.
Exáctamente, sería. Por que no lo es. ¿O es que el 69% de los jóvenes están gilipollas? No. La vida en la empresa no es vida. Con suerte tienes un buen sueldo, pero entonces no tienes tiempo ni de mirarte la cara; o si tienes estabilidad laboral puede haber cabrones que se preocupen en torpedear tu trabajo. Eso puede pasar chupando teta, pero tienes la seguridad de que no perderás tu trabajo si te das de baja, si denuncias, si quieres cambiar de provincia o si quieres cambiar de puesto (siempre que sea posible, claro).
Ahí está el desequilibrio en la balanza. Tú puedes estar muy a gusto en una empresa, pero como quiebre te puedes dar por jodido. Teta grande no tiene ese problema: todos contribuimos a que no se quede sin leche. ¡Ay, el trabajo fijo y estable, esa quimera! Que el trabajo de funcionario sea aburrido y monótono queda en segundo plano. Lo que cuenta es que al final haya medios para llenarle la barriga a los churumbeles.
El 69% de los jóvenes saben lo que quieren. Ánimo a todos los que luchan por ello, en especial a los míos y muy en especial a la mía, es decir, a todos menos yo (por ahora).
Según una encuesta publicada estos días (no pongo la uerreele porque escuché la noticia en los medios hablados) el 69% de los jovenes españoles aspiran a cogerle las tetas a mamá Estado y a chupárselas de por vida. Interesante. Para que luego alguién se pregunte por la productividad de las empresas españolas o porqué las marca España no vende en el extranjero, amén de la pujanza del turismo. El pueblo no entiende que un hijo se quede toda su vida bajo las faldas de su madre y sin embargo ven como un éxito la vida laboral chupoptera y contemplativa. ¡Oye, que no soy funcionaro pero no digo que no lo vaya a ser nunca!
La vida del currela-currante que no puede coger la teta, con suerte, puede ser muy interesante. Si no te explotan, si tienes estabilidad laboral, si tienes buen sueldo y buenos horarios, si puedes tener hijos sin miedo a que te pongan de patitas, si puedes compatibilizar trabajo con tus aficiones, si tu tarea no es monótona ni repetitiva, si tu trabajo te ayuda a crecer y aprendes cada día y si tus jefes y compañeros te hacen la vida agradable el trabajo en las empresas privadas es chachi piruli.
Exáctamente, sería. Por que no lo es. ¿O es que el 69% de los jóvenes están gilipollas? No. La vida en la empresa no es vida. Con suerte tienes un buen sueldo, pero entonces no tienes tiempo ni de mirarte la cara; o si tienes estabilidad laboral puede haber cabrones que se preocupen en torpedear tu trabajo. Eso puede pasar chupando teta, pero tienes la seguridad de que no perderás tu trabajo si te das de baja, si denuncias, si quieres cambiar de provincia o si quieres cambiar de puesto (siempre que sea posible, claro).
Ahí está el desequilibrio en la balanza. Tú puedes estar muy a gusto en una empresa, pero como quiebre te puedes dar por jodido. Teta grande no tiene ese problema: todos contribuimos a que no se quede sin leche. ¡Ay, el trabajo fijo y estable, esa quimera! Que el trabajo de funcionario sea aburrido y monótono queda en segundo plano. Lo que cuenta es que al final haya medios para llenarle la barriga a los churumbeles.
El 69% de los jóvenes saben lo que quieren. Ánimo a todos los que luchan por ello, en especial a los míos y muy en especial a la mía, es decir, a todos menos yo (por ahora).
2 comentarios:
Ese es el dilema que me tendré que plantear al acabar la carrera xDD
La empresa privada es más movidita y aprenderás más, aunque puede que te puteen y ganes una mierda.
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